miércoles, 26 de enero de 2011

lunes, 26 de julio de 2010

LA ENCUESTA CASEN Y LA IMPOTENCIA DEL DISCURSO
El problema de la pobreza es inseparable de su opuesto: la insultante concentración de la riqueza y la intolerable desigualdad social.
Francisco Herreros

El patético debate que desencadenó la publicación de la Encuesta Casen 2009 demuestra a) que la elite política, financiera y empresarial no entiende de lo que habla y no asume las consecuencias del modelo económico que instaló y disfruta; o lo más probable, que b) lo entiende perfectamente, y por tanto se colude en engañar a los chilenos, tal como viene haciendo desde hace 35 años.

La ramplonería en el análisis resultaría hasta cómica, si el telón de fondo no fuera la sombría y dramática realidad que padecen cotidianamente millones de compatriotas, 35 años después de la implantación a sangre y fuego de un modelo de desarrollo que prometía un inicial ajuste de cinturón para ingresar en breve en la senda del crecimiento ininterrumpido.
Pero 35 años después, el representante del sector político que instaló el modelo, a su vez instalado en el gobierno por una exigua mayoría electoral, no encontró mejor explicación al incremento en los índices de pobreza e indigencia, según el patrón de la encuesta Casen, que atribuirlo a “la debilidad en el crecimiento económico y en la capacidad de crear buenos empleos; el estancamiento en la calidad de la educación de nuestros niños y jóvenes; y el debilitamiento de las familias chilenas”.

Asombroso.

Si hay un rasgo que caracteriza a las huestes neoliberales, es que como los monos porfiados, siempre vuelven a la posición vertical.

Así, en el discurso mediante el cual asumió la misión de anunciar los resultados de la encuesta, que ciertamente no le correspondía, insistió en que la salida, tal como nos vienen repitiendo desde hace 35 años, no es otra que el crecimiento, a pesar del reconocimiento, en el párrafo anterior, del fracaso en el objetivo:

“El crecimiento es la principal fuente de creación de empleo, de buenos empleos y, además, la principal fuente de recursos para financiar los programas sociales que se requieren hoy día más que nunca”.

O sea, la teoría del chuteo acude en auxilio de la teoría del chorreo, como sucede cada vez que queda en evidencia su bancarrota. Según un antiguo aforismo, los chantas lo son las 24 horas del día. Como fuere, nuestra primera autoridad no resistió la tentación de sacar ventaja en la pelea corta: “Hemos visto cómo el gasto social se mal utiliza para financiar viajes a Europa en el Ministerio de Salud o para construir miles de viviendas que nadie quiere ocupar porque están mal construidas, o para simplemente caer en las garras de la corrupción, como los tribunales han demostrado, especialmente en la Región de Valparaíso”.

Sus correligionarios no le fueron en zaga a la hora de arrancar hacia delante, obtener provecho político de la monumental demostración del fracaso de un paradigma económico, y endosarle al rival las responsabilidades compartidas.

Para el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, el problema se reduce a que “la red social construida por el gobierno de la Presidenta Bachelet tenía un tremendo agujero, por donde se colaron 330 mil personas que cayeron en la pobreza”.

Algunos de ellos, que no son economistas, adoptan ese discurso como si lo fueran. Así, el meollo del problema para el abogado y senador de Renovación Nacional, Alberto Espina, es que “los recursos de los programas sociales no llegaron a las familias más pobres de Chile”. Su colega publicista y también senadora por el mismo partido, Lily Pérez, agrega circunspecta: “No se puso el foco del gasto fiscal donde se necesitaba”. Patricio Melero no es senador, ni de RN, ni economista, sino diputado, ingeniero agrónomo y de la UDI, pero ello no le impide llegar a la misma conclusión:
“Entregar el país con nuevos 355 mil pobres, a pesar de gastarse un 35% del presupuesto en gasto social, es el peor fracaso de la Concertación y deja en entredicho las políticas públicas en la materia. Se requiere de una reestructuración a fondo, puesto que ha quedado en evidencia que la red de protección social es asistencialista y no cambia los niveles de vista en forma permanente”.
En la vereda del frente, el análisis no es mucho más fecundo o refinado.

Viene al caso recordar que durante el desarrollo de la crisis económica de 2007-2009, el discurso de la entonces coalición gobernante evolucionó desde el “desacople”, entendido como la independencia de la economía chilena respecto al ciclo de la economía mundial, hasta el “blindaje”, vale decir, las condiciones internas de la economía chilena para resistir el embate, una vez que se reconoció la inevitabilidad del contagio.

En una nueva demostración de la ubicuidad del discurso en la era neoliberal, la encuesta Casen puso en el centro del discurso concertacionista…la crisis económica de 2007-2009, como matriz explicativa del aumento de la pobreza medido por la encuesta Casen. Así, para el senador Andrés Zaldívar, “durante el año 2008 y 2009 se produjo una crisis internacional que provocó un efecto social en Chile muy profundo y eso se tradujo en pobreza”.Fulvio Rossi, también senador, fulminó: “cualquier economista sabe y entiende que una crisis como la que vivió Chile y el mundo en 2009 influyó en estos resultados”. Según el diputado Carlos Montes, “el origen de los problemas es la crisis y eso sabíamos que sería así”.

La versión más extrema de la autocrítica concertacionista, es un documento firmado por Carlos Ominami, Guido Guirardi y Francisco Vidal, postaestandartes del denominado “progresismo”, en el que sostienen que “no era inevitable la pobreza aumentara”; que podrían haber “tenido políticas con mayor sentido social” y que cuando lo plantearon, “nos acusaron de díscolos, de que no teníamos una voluntad de respaldar las iniciativas que habían”.

En suma, el diagnóstico de la elite política que administra el modelo sobre el aumento de la pobreza, según la encuesta Casen, se reduce a la crisis económica de 2007-2009 (que resurgió con fuerza, por si no lo han notado, porque no lo dicen), al bajo crecimiento de la actividad económica y a las deficiencias de la focalización del gasto social.

En otras palabras, como cada vez que sucede cuando se trata de la pobreza, el debate se concentra en la manipulación de las consecuencias, mientras que unos y otros evaden las causas, asociadas inextricablemente a la naturaleza del modelo económico neoliberal vigente en Chile, del que esa misma elite se ufana en mostrarlo como “ejemplo para el mundo”.

Modelo incapaz de generar trabajo

Aunque en rigor son dos facetas del mismo problema, las causas de la no sólo persistente, sino creciente pobreza en Chile, pueden dividirse, grosso modo , entre aquellas de naturaleza sistémica y las que emanan del actual esquema político e institucional.

Entre las primeras, están las asociadas a la condición de modelo primario-exportador, cuya actividad principal, por lejos, se reduce a la exportación de recursos naturales, cuya renta, además, es incapaz de captar y retener.

Uno de los principales defectos de los modelos especializados en la exportación de recursos naturales, consiste en que son extremadamente poco intensivos en la oferta de trabajo.

Según el último Anuario Estadístico de la Corporación Chilena del Cobre, Cochilco, la minería metálica ofreció 38 mil 034 puestos de trabajo en 2009, de los cuales 31 mil 849 correspondieron a la minería del cobre, y 26 mil 653 a la Gran Minería del cobre.

Esto implica que la actividad económica que generó el 15,5% del producto, según el mismo anuario de Cochilco, y el 50,8% de las exportaciones, según el Informe de Comercio Internacional de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, en el año 2009, ofreció el 0,51% del empleo del total de la fuerza de trabajo, y o el 0,57%, si se considera sólo al número de ocupados, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, de diciembre de 2009.

Si se sigue la metodología de la encuesta de empleo del INE, la conclusión permanece inamovible.
En el último boletín de empleo, de junio de 2010, aparece que los 96 mil 370 empleos ofrecidos ese mes por el sector Minas y Canteras, representaron el 1,3% de la fuerza de trabajo, y el 1,4% de los ocupados.

Pero tampoco es un efecto de hoy. En la perspectiva del largo,plazo, el principal talón de Aquiles del modelo neoliberal es su incapacidad de generar empleo.

La media estadística de la desocupación en el período neoliberal, es decir, entre 1975 y 2009, con datos del documento Indicadores Económicos y Sociales de Chile 1960-2008 del Banco Central, y los boletines de empleo del INE de 2009, alcanza al 10,3%.



Fuga de capitales

La segunda deficiencia estructural de los modelos económicos especializados en la exportación de recursos naturales, consiste en que son incapaces de retener la renta que genera esa actividad, más aún en el caso de Chile, uno de los países con legislaciones más permisivas y desreguladas del mundo con los capitales externos.

No hay que ir muy lejos para demostrarlo: basta analizar la balanza de pagos de 2009, con datos del Banco Central.

Las exportaciones totales del país ascendieron a 53 mil 735,4 millones de dólares, y la de cobre a 26 mil 271,1 millones.

La cuenta Renta de la Inversión, donde se refleja la repatriación de utilidades de la gran minería del cobre, puesto que contrasta los retornos por inversiones de chilenos en el exterior y la salida de capitales por utilidades de extranjeros con inversiones en Chile, registra un déficit de 10 mil 305 millones de dólares.

Pero la partida que importa, para efectos de este análisis, es la renta proveniente de Inversión Directa. Esta indica que mientras las repatriación de capital, o sea, las utilidades de empresas chilenas en el exterior sumó 2 mil 814,9 millones de dólares, la exportación de capital, es decir las utilidades repatriadas por empresas extranjeras a sus países de origen, llegó a 14 mil 087,8 millones de dólares.

En otras palabras, en 2009 la inversión extranjera repatrió utilidades equivalentes al 26,2% de las exportaciones totales del país y al 53,6% de las exportaciones del cobre.

En 2008, la exportación de capitales fue de 17 mil 419 millones; de 22 mil millones 832,4 en 2007; 19 mil 913,4 millones en 2006, y 11 mil 416,3 millones en 2005.

Raya para la suma, durante el ciclo de altos precios del cobre, la inversión extranjera exportó 85 mil 668,9 millones de dólares, en circunstancias de que entre 1974 y 2009, invirtió en cobre 24 mil 548,9 millones, según cifras del anuario de Cochilco. A mayor abundamiento, sólo en 2007 amortizó casi el cien por ciento de la inversión.

Como anota el economista Hugo Fazio, citando un estudio de Cochilco, en el quinquenio 2005-2009, las empresas cupríferas que operan en Chile “obtuvieron un margen promedio neto de 46,7% entre las utilidades obtenidas y las ventas; en otras palabras, de cada dólar comercializado se quedaron con una suma muy cercana a la mitad. Es difícil encontrar a nivel global márgenes de ganancias tan elevados, excluyendo obviamente las operaciones ilícitas. Mientras tanto, los márgenes de los quince mayores consorcios mundiales en el sector fue en el mismo período de 22,9%, es decir 23,8 puntos porcentuales menos”.

Esto genera situaciones absurdas, lindantes con el surrealismo, como el patético espectáculo del debate sobre la pobreza a propósito de la encuesta Casen, en los mismos días en que el gobierno de Piñera maniobraba para otorgarles todavía más franquicias tributarias a las transnacionales mineras, con el resultado doblemente absurdo de que sus parlamentarios terminaron votando en contra del proyecto, porque los parlamentarios de la Concertación se negaron a aceptar el canje del aumento transitorio del impuesto específico a la minería por una extensión del régimen de invariabilidad tributaria.

Arbitro saquero

Entre las causas de la pobreza emanadas del esquema político e institucional, están las normas que regulan la relación capital trabajo.

Postular que Chile tiene una de las legislaciones laborales más desreguladas del mundo es insuficiente. En rigor se trata de la legislación que en mayor grado regula a favor del capital y contra el trabajo.

Entre los grandes mitos del neoliberalismo están a) que el precio del trabajo lo fija el mercado, y b) que el alza del mismo debe estar asociado al aumento de productividad.

Ambos argumentos son falsos, de falsedad absoluta.

Si fuera verdad que el precio del trabajo lo determina el mercado, los trabajadores deberían tener libertad para intervenir en la fijación de su precio, mediante derechos otrora reconocidos en Chile, como la sindicalización, la huelga y la negociación colectiva.

Ahí están las cifras para rebatirlo: la tasa de sindicalización bordea el 12%, los trabajadores que tienen acceso a la negociación colectiva no llegan al 10% y el número de huelgas y de trabajadores involucrados se mantiene extremadamente bajo (159 en 2008, último año del que se tiene registro, con 17.453 trabajadores involucrados y un promedio de 10,7 días de duración), por ninguna otra causa que su perfecta inutilidad; todas cifras oficiales, de la Dirección del Trabajo.
Y cada vez que se discute una reforma laboral que apunte al fortalecimiento de la capacidad de negociación de los trabajadores, es decir, el derecho a intervenir en la determinación del precio de la “mercancía” que ofrecen, ahí mismo afloran los campeones de la libertad para impedirla, con el argumento hipócrita de la captura de los trabajadores por los grupos de presión mejor organizados.

Tampoco es cierto que el insaciable empresariado chileno comparte el incremento de la productividad del trabajo.

Un estudio del economista Gonzalo Durán, para la División Estudios de la Dirección del Trabajo, muestra que en el período 2000-2007, el promedio de las utilidades de las empresas alcanzó un promedio de 15%, el promedio de inflación del período fue de 2,8%, y el reajuste real del exiguo porcentaje de trabajadores que tiene acceso a la negociación colectiva, sólo llegó al 0,76%.
En el caso de las 600 mayores empresas del país, precisamente aquellas donde se concentra la negociación colectiva, el promedio de ganancias se empinó al 43% en el mismo período, según el estudio del mismo autor.

Esto quiere decir, simplemente, que tanto las utilidades como el incremento de productividad del trabajo van a engrosar las faltriqueras del capital.

Otra manera de medir la asimetría de la relación capital trabajo, es la distribución funcional del ingreso.

En el trienio 971-73 la participación de los salarios en el producto llegó al 62,8% y la del capital, al 37,2%. Esa relación funcional del ingreso prácticamente se ha invertido.
Para el año 2006, la participación de los salarios en el producto bajó al 34,9% mientras la del capital remontó al 65,1%.

En suma, mientras Chile mantenga un modelo económico incapaz de generar empleo y de retener al menos en parte la renta generada por la exportación de recursos naturales, y una legislación que prohija una de las relaciones capital-trabajo más desiguales e injustas del mundo, el combate a la pobreza se reducirá a una retórica tan vacía como el debate en torno a la encuesta Casen, mientras que el único avance posible será la manera de medirla.

Si Piñera cree que va a derrotar la pobreza mediante el crecimiento, la inversión en educación, el fortalecimiento de la familia y el mejoramiento de los programas sociales, va a envejecer esperando, tal como vienen haciéndolo los pobres desde hace 35 años.

Así como no es posible cazar elefantes con un rifle de postones, tampoco se pueden resolver problemas estructurales con medidas que orbitan en la periferia.

La única forma para avanzar en términos reales en la lucha contra la pobreza, consiste en cambiar las orientaciones estratégicas del modelo, y apenas sea posible, el modelo mismo.

Trampas hasta para medir la pobreza

Resulta irritante observar como representantes de la Concertación y otros defensores del modelo se jactan de haber reducido la pobreza a un 13,7%, mientras todos se dan de puñaladas porque volvió a subir al 15,1%. Es mentira que la pobreza alcance hoy al 15,1% de la población, como lo era que en 2006 alcanzara el 13,7%.

Esa afirmación es una autocomplaciente pirotecnia estadística, como sabe hasta un estudiante de primer año de economía.

La encuesta Casen utiliza una metodología que consiste en fijar la línea de pobreza en función de una canasta de alimentación básica mensual, a razón de 2.176 calorías por día. La línea de la indigencia se establece con personas que residen en hogares cuyo ingreso percápita es inferior a este valor. La línea de pobreza para las zonas urbanas se obtiene duplicando el valor de la Línea de Indigencia, en tanto que el de las zonas rurales se calcula incrementando en 75 % el presupuesto básico de alimentación estimado para estas zonas.

En la encuesta de 2006, la que generó la falsa imagen de que la pobreza se había reducido al 13,7%, el valor de la fue de 23 mil 549 pesos, por lo que la línea de la pobreza se situó en 47 mil 99 pesos.

En la encuesta de 2009, la línea de pobreza alcanzó a 64 mil 134 pesos. De acuerdo con ese criterio, una persona que percibía un ingreso de 50 mil pesos en 2006 y 65 mil pesos en 2009, dejaba de ser pobre pobre para efectos estadísticos. Eso es una mentira, y los que la propalan lo saben.
Con ese criterio, los trabajadores que perciben el sueldo mínimo serían poco menos que nuevos ricos, lo cual es un absurdo.

A todo lo más, la metodología de la encuesta Casen autoriza a decir que el pocentaje de personas que acceden a la canasta básica de alimentos, se movió de tal a tal cifra, entre una encuesta y otra.

Como señala acertadamente Marcel Claude en el informe de la Fundación Terram, Determinación del Nuevo Umbral de la Pobreza Para Chile: Una aproximación desde la Sustentabilidad, “los pobres son tan pobres en Chile que ni siquiera se les reconoce el derecho a ser reconocidos como tales. (…) Lo que se considera como pobreza en Chile, según la interpretación que se hace de la CASEN, es mucho más parecido a la extrema miseria, a la marginalidad total”.

En el trabajo mencionado, Claude propone un nuevo indicador para medir la pobreza, denominado Umbral de Satisfacción Mínimo, que además de la alimentación básica incluye gastos en vivienda y energía, equipamiento del hogar, vestuario y transporte, salud, cultura y recreación.
Dicho indicador establecía la línea de la pobreza en 125 mil 767 pesos mensuales por persona en el caso de una familia y de 121 mil 614 pesos para un adulto que vive solo. Si se cruza este indicador con la medición del ingreso por tramos de decil, se desprende que el 32,2% de los chilenos quedaba en 2006 por debajo esa línea de la pobreza.

Además, en este país de arrogantes, a los pobres se les hace trampa hasta en la forma de medirlos. Mientras el costo de los productos considerados por la encuesta subió un 36,2% entre 2006 y 2009, el IPC varió en un 14%.

Por último, el problema de la pobreza es inseparable de su opuesto: la insultante concentración de la riqueza y la intolerable desigualdad social. Pero de eso sí que no se habla.

domingo, 6 de junio de 2010

El lenguaje de lo cotidiano y el lenguaje de lo estructural

Este escrito tiene por propósito aclarar por qué en determinados contextos y frente a unas específicas necesidades comunicativas se hace necesario hacer uso de explicaciones más complejas y frente a otros manifestarnos coloquialmente.
Este tipo de aclaración se dirige sobre todo a la actitud negativa de quienes sospechan siempre de un uso pretencioso del lenguaje toda vez que se enfrentan a un texto relativamente complejo.
La necesidad de lenguajes complejos, es tan necesario como la necesidad de teorías. No son lo mismo, pero se puede imaginar la relación constante entre estos dos fenómenos. Esto no deja afuera el hecho de que tarde o temprano se puede llegar a una simplificación de todas las explicaciones, pero en muchos casos, la simplificación deja fuera una porción importante de información y de consideraciones que si bien pueden tratarse de detalles, los mismos pueden ser relevantes para unas u otras aplicaciones.
Por ejemplo, podemos plantear una tesis clásica como la lucha de clases y decir que se trata de ricos contra pobres. Pero la mayoría sabe que desde el momento en que esta tesis fue formulada en el siglo XIX, muchas cosas han cambiado. Claro, todavía tenemos un mundo lleno de injusticias con consecuencias nefastas y que proyectan sólo más tristeza para la mayoría de la población humana y sus entornos naturales. Pero no es suficiente decir esto al momento de validar reivindicaciones ante el grueso de la población. Incluso las mismas personas que sufren más penurias que muchos de los que nos identificamos plenamente con un sentido activo de resistencia y lucha, vemos con frustración como la gente, no va a dejar de lado su miseria ni menos va a aventurar soluciones “alternativas”. Hace falta una gran capacidad explicativa y una gran capacidad de educación para leer y entender esta información. En muchos casos, es posible difundir con palabras y frases relativamente simples. Pero es importante destacar el relativamente. Esto por que justamente, muchos de los que se molestan ante la aparición de textos complejos, son a su vez, complejos de ideas y complejos para decir y escribir. Incluso, contar con una capacidad media –relativa - en relación a unos modelos máximos de complejidad, trae en ocasiones más complicaciones en la recepción de dichos mensajes. Se elaboran ideas contundentes pero que avalan también unos prejuicios monumentales o unas disposiciones personales difícilmente soportables para el público receptor. Sin embargo, no siempre se trata de una proyección fiel de los pensamientos o intenciones comunicativas de quien emite. Muchas veces ocurre que se trata de falta de elaboración de algunos tópicos del mensaje, despachando con ello un conjunto de malos entendidos. Es claro que esto desemboca en la dilatación del proceso de comprensión y del resultado que puede esperarse de este tipo de comunicaciones.
De todos modos no se podría esperar que por la potencialidad explicativa de las teorías o de los textos complejos se puedan lograr una mayor convocatoria de aquellos motivos que asociamos a la resistencia y la lucha contra el sistema capitalista y todo sistema jerarquizante. Obviamente que éstos productos de la actividad reflexiva – los textos –serían un caldo descompuesto si no contaran con el material fresco que proporciona la actividad organizada e intencionada.
Agreguemos al problema que el hablar o escribir complejo no sólo cuenta con el problema de que sus potenciales receptores lo entiendan, sino también que la riqueza de información, de análisis, de posibilidades tanto positivas como negativas, sean difundidas siempre por un mismo grupo o tipología de personas. Esto significa que seguiríamos con las divisiones jerarquizantes pues unos trabajadores manuales pueden mirar en menos a unos trabajadores intelectuales y finalmente dejar que esta mala herencia de la modernidad nos estanque en diferencias que deben ser superadas de forma definitiva. Y esta superación no se ejecuta de manera formal o mediante palabras de buena crianza. Esto implica que unos hagan lo que el otro hace – aunque sea en una porción mínima consensuada -  y viceversa. Por lo que volvemos también al lenguaje y afirmamos que unos trabajarán las complejidades del lenguaje complejo que se dedica sobretodo a evidenciar las relaciones entre los detalles de la cotidianeidad a una determinada lógica estructural que se reproduce mediante lo cotidiano. Y el otro sabrá hablar y reconocer las complejidades de la actividad y el lenguaje cotidiano. No podemos seguir el modelo actual en el que unos académicos asalariados pueden dedicarse con todo esmero a una cotidianeidad reflexiva y creativa tanto en su aspecto lingüístico como en sus novedades relacionales, mientras que el resto se expone a vivir sólo la contingencia estructurada que a su vez estructura su porvenir como repetición constante de lo mismo siempre. A unos y a otros les corresponden unas ventajas  - más al trabajo reflexivo y creativo pienso yo -  pero a ambos les corresponden desventajas desde que no se pueden entender mutuamente y se miren con extrañeza, en un efecto Torre de Babel que para el caso nos conviene muy poco. ¿De qué sirve que los teóricos sólo hablen con los teóricos? En realidad de poco y de lo poco que sale de ellos, los beneficios que pudieran obtenerse de dicho trabajo es adquirido – comprado o mandatado -  políticamente o comercialmente por quienes detentan el poder y conservan el statu quo. Que ningún obrero deje de leer y comprender todo cuanto pueda – y leer es algo realizable no sólo en documentos o libros, puede hacerse mediante documentales, películas, obras de arte, conversaciones, etc. -  y que ningún estudioso – intentemos reemplazar la palabra intelectual – sea incapaz de trabajar con un martillo, una pala, o de cargar un peso relativo al potencial de su anatomía. Que estos mundos diferenciados, no se diferencien jerárquicamente. Que estos mundos no dejen de contar con amplios umbrales que los conecten y los mantengan unidos y comprendidos.
Es por esto que se hace necesario que se logre la capacidad de comprender la confección de mensajes complejos a la par que se logre reproducir lo nuclear de dichos mensajes en textos más simples. Pero teniendo en cuenta que la simplificación en muchas ocasiones significa sacrificar detalles y minucias que para determinados casos harían la diferencia entre acertar o errar. O que simplemente ante la imposibilidad de explicitar no se pierda la capacidad de intuir, que es finalmente donde debemos encontrarnos.
Debemos por tanto hacer esfuerzos por comprendernos y cooperarnos. Para fortalecer y proyectar una intuición de lo que es y no es en nuestros propios términos y sensibilidades.
Por una buena lectura y por una grata escritura…

Salud y revolución!!

“D”

Las tareas

definir una definición siempre corregible, acotar una estrategia a largo plazo, observar lo que acaba de ir pasando, y dar calculada e intuitivamente unos pasos que nos acerquen un poco más, a ese umbral de donde provienen nuestras propias voces


La actual situación laboral de hoy en día, se traduce a nivel mundial como una desfragmentación casi total del tiempo, el espacio y de los modos en que las personas integran todo esto, a sus formas subjetivas de experimentar lo cotidiano – de ahora, subjetivación. Esto implica que si desde siempre, las personas contamos con un alto grado de extrañeza y opacidad entre uno/a y otro/a, hoy, con mayor razón ignoramos lo que hace o no hace sentido en el alma quién no sea yo. Paradójicamente, para que este mundo dinámico funcione, es necesario que las comunicaciones funcionen de la mejor manera. De otro modo, la descoordinación abriría las puertas al desorden total. Sin embargo, habría que aclarar que el desorden existe, pero en gradaciones que remiten al grado de dominio y control de lo que se posee. De este modo, se puede volver nuevamente a hablar de clases sociales que cuentan con un mayor grado de dominio sobre sus propios proyectos y otros que no cuentan con ningún control sobre lo que ocurrirá en sus vidas. Unos cuentan con un mayor repertorio de recursos sobre los cuales construir una vida según sus deseos mientras que en correlación inversa, a la gran mayoría sólo le iría quedando aceptar su “destino”. 

En este último sentido, los órdenes de las sociedades del mundo no han cambiado mucho. “Los cortos veranos” de sociedades horizontalmente propuestas, sin propiedad privada y sin atribuciones de poder político individualmente asignado, han sido casi borradas de la memoria – no forman parte de ningún currículum educativo a nivel nacional -. 

Pero estamos aquí, escribiendo, leyendo, hablando, oyendo… tratando de coordinar una que otra acción al respecto y en ello, tratando de sostener, defender y resistir el modelo social, bajo unas corazas que nos dan identidad, pero también una alta sensibilidad y baja tolerancia, lo cual constituye una desventaja. Bajo el término guerra social, podríamos afirmar que nuestras milicias no cuentan con la capacidad del soldado técnico o profesional asalariado del capitalismo. Esa bestia capaz de levantarse temprano todos los días y que con una disciplina bastante regular, cumple con sus funciones y rinde a pesar de los obstáculos. El cierre del circuito es cuando le entregan su ración de “comodines” que sirven para satisfacer desde sus necesidades básicas y, a punta de deudas – igualmente un capital -, pueden hasta acceder a lujos que antes eran el terreno propio de aquellos que podríamos denominar como “los capitalistas propiamente tales”. 

El sistema funciona regularmente todos los días y a cada hora. El sistema interconecta y se reproducen a cada instante. Los actuales problemas y crisis del sistema no son verdaderamente crisis; son oportunidades de renovación y consolidación. Se abren nuevos nichos. 

Este panorama es en realidad desagradable en nuestro mundo, compuesto por subjetividades con sensibilidades que se sensibilizan más en la medida en que aumenta la capacidad de observar críticamente el sistema. No podemos negar cierto grado de depresividad y neurosis. En todo caso, la felicidad de la familia pequeñoburguesa no está exenta de estos problemas, que forman parte de otro mercado: la atención psicológica y la farmacología. Y todavía podríamos decir todo es mucho peor de lo que se expone aquí. 

Como sea, a pesar del tono pesimista que nos puede embargar a todxs, tenemos que decirnos obligadamente – y creo que de todos modos es así tal cual -, que ni el pesimismo ni un forzado optimismo puedan darnos la solución. Estas son sólo actitudes y más encima polarizadas. Y a nosotros sólo nos servirá una actitud fijada a fuego y acero en la mirada: determinación de la voluntad de cambiar siempre en pos de lo mejor, entendiendo que lo mejor es mutable en virtud de los aportes individuales y los grandes acuerdos colectivos. Ninguna utopía es mejor que la no utopía. 

El sistema, que opera controlando el descontrol, lo hace sin el acuerdo general. La política, opera con márgenes de participación bajísimos pero todavía suficientes para seguir ejerciendo el poder del modo en que se hace. ¿Será un acuerdo general tácito el dejar operar así a una clase de sujetos mayoritariamente desprestigiados? Es más bien el descrédito de cada uno – lo que se revela en la falta de iniciativa orgánicista, autónoma, autogestionaria y soberana-. 

La baja participación electoral en cada región del mundo – no es sólo un fenómeno de Chile - puede darnos a entender dos cosas: las personas desestiman que las elecciones sean un proceso real de participación en la política nacional, por un lado, y por otro, se trataría de acuerdo con un punto de vista más condenatorio, de unas consecuencias propias del mercado que vincularían con unas prácticas individualistas entendidas más bien como prácticas alienadas. 

Es necesario recalcar que los términos individualistas, individuo, e individuación versus individualización son usados en las ciencias sociales de modos muy distintos. La individualización corresponde a las consecuencias de un estado de bienestar en el que mujeres solteras embarazadas, drogadictos y otros sujetos desestimables por el mercado, son acogidos por redes institucionales mediante instrumentos tales como los seguros de cesantía, situaciones que son propias más bien de países ricos, tal como se da en Europa. Por el contrario, la individuación sería un proceso mediante el cual, los desestimados por el mercado, se ven obligados a rebuscar estrategias propias – comercio ambulante, trabajos free lance, o ilegales- o contar con el apoyo de una red social muy personal - amigos y familiares -, lo cual no resulta cómodo para unos y otros. 

Teniendo esto en cuenta, podemos continuar y afirmar que la forma en que las personas están subjetivando sus experiencias cotidianas tiene relación con la materialidad misma en la que se está situado, incluida la trayectoria biográfica que le ha constituido como persona. Esto guarda serias implicaciones para lo que sería el posicionamiento, la actitud, el modo en que se ve la vida y el cómo afrontarla. Pues no debemos olvidar que estas implicaciones son materiales y por lo tanto guardan relación con el conjunto de recursos que le disponen a un sujeto dado, un repertorio de alternativas – que se deben a condiciones cumplidas por unos más que otros -. Así, de este modo es como podemos discutir qué es lo que nos trae a un lugar y qué es lo que mantiene a otros, en “su lugar”. Por qué unos, que se ven sometidos y limitados en sus vidas no sienten el mismo desprecio que otros, que al ir adquiriendo una conciencia de clase en constante incremento, casi no pueden – algunos derechamente no pueden - soportar lo que consideran un absurdo abominable, dañino, y por sobretodo indigno. Y por otro lado, preguntarse también por qué unos que han contado con la alternativa de vivir mejor que uno, han “bajado” para aliarse en el proceso de resistencia y lucha. 

A priori, pareciese que unos luchan por necesidades plenamente sufridas y sentidas, mientras que otros, luchan por un sentido ético racionalizado a partir de su “buena educación humanista”. De aquí que quede rebotando la pregunta por el riesgo de establecer alianzas y acuerdos con quienes no guardan los mismos motivos personales. De aquí también la pregunta por las identidades materialmente constituidas pero no siempre confiables – más allá del tema de las apariencias y poses -.Además de la inquietud por el grado de vínculos, compromisos y voluntades que impulsan u obstaculizan una voluntad de resistencia y lucha. 

El tema no se resuelve jamás, y es por eso que necesitamos saber con quienes estamos y quienes somos, cada uno de los que nos encontramos, a pesar de que en la medida de que crezca el número de integrantes de una organización y de organizaciones, vuelva compleja esta ponderación. 

Por último, no servirán de nada este tipo de discusiones a no ser que se estime definir un conjunto de consideraciones estratégicas y realizar unos proyectos constituidos como movimientos tácticos en pos de unos objetivos claramente situados en el tiempo y el espacio.

Los viernes de Volnitza







jueves, 7 de enero de 2010

Ante la expulsión del país de Elissa Favazzo, alias Ade;

La Sociedad de Resistencia Santiago declara:

Repudiamos la expulsión del país de nuestra compañera Ade, de nacionalidad italiana, que el día martes 5 de enero a las 3:30pm se hizo efectiva. La sensación de impotencia es enorme.

Por diversas razones y en conjunto con Ade, preferimos esperar para tener más claridad sobre ciertas cosas antes de pronunciarnos a la opinión pública. Si bien siempre hemos escogido denunciar los golpes, en este caso, agotamos antes los recursos legales. Sabemos que no será la última vez que ocurran estos atropellos mientras no tengamos la capacidad de resistir sostenidamente a los aparatos del Estado.

Solo la organización permanente y flexible, la solidaridad y el apoyo mutuo entre los/as explotados/as y oprimidos/as, hará posible que algún día podamos conseguir la auto determinación de nuestras vidas. La solidaridad, para nosotros/as, se hará un arma letal cuando supere la acción puntual, y se transforme en el código base de las expresiones organizativas del proletariado.

Ade alcanzó a escribir con ayuda de algunos compañeros (por el idioma) un comunicado público un día antes de que se concretizara la expulsión. Extrañaremos a nuestra compañera, la rabia que nos da esta situación nos llena de ganas para seguir en el camino que estamos y aunque no sabemos con certeza del futuro, creemos que un día seremos muchos más y suficientemente decididos y organizados para decir BASTA, y no recibir otra agresión sin una respuesta directa.

En seguida, el comunicado que escribió Ade antes de su expulsión:

Mi nombre es Elisa Favazzo. Aunque todos me conocen por Ade. Quiero exponer mi caso, como un ejemplo más de a qué nos referimos las/os anarquistas, cuando denunciamos, entre otras cosas, el autoritarismo inherente del Estado.

Llegué a Chile en febrero de 2009. Ingresé legalmente. Recorrí el sur y pasé por Argentina también. Finalmente me quedé en Santiago desde abril y he mantenido mi situación legal desde entonces.

Al tiempo empecé a participar en una organización denominada Sociedad de Resistencia – Santiago, una iniciativa social que a través del apoyo mutuo y la solidaridad entre los/as adheridos/as, intenta crear acción sin intermediarios, para lograr la satisfacción tanto de nuestros problemas económicos como de nuestras inquietudes sociales.

Resistirse a este modelo de dominación no es algo nuevo para mí. He participado en varios espacios en los cuales se acostumbra la crítica activa de lo que vivimos hoy.

El compartir la mirada del anarquismo me condujo a participar en actividades convocadas por otros referentes libertarios. Y es justo en un contexto así donde caigo detenida; manifestaciones en solidaridad con la Huelga de hambre Internacionalista, efectuada por diversos revolucionarios del mundo. Una manifestación pública en la cual también veo la necesidad de hacerme parte, más cuando en Chile, la judicialización de lo político es bastante practicada por las instituciones oficiales. No son pocos los y las presas políticas, sobre todo mapuche y anarquistas.

Ese día, me puse a rayar una muralla con una consigna política, una expresión de protesta ante la macabra injusticia que genera el ejercicio de autoridad. Producto de una mala maniobra, la policía me apresa por unas horas en la 3°Comisaria y luego de la ‘tradicional’ golpiza me liberan. A los pocos días policía internacional comienza mi búsqueda que por extraños motivos termina en la puerta de Casa Volnitza (una casa de compañeros en el centro de Santiago donde la Sociedad de Resistencia tiene su Espacio Comunitario) y no en mi domicilio. Me notifican del decreto de expulsión emanado desde el Ministerio del Interior y firmado por el Intendente de Santiago, documento que les facultaba para detenerme en vías de expulsión, esperando el vuelo más próximo a Italia. Creo que a cualquiera le cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿Tan relevante y terrorífico es un rayado para el Estado Chileno que mediante el Ministerio del Interior tramita una precipitada deportación? Evidentemente es un tema político, pues no pasó ni por el juzgado. La detención decía “desorden simple”.

La angustia de verme expulsada del país sin tener tiempo de despedirme de las/os compañeras/os y amigas/os con las/os cuales he generado tan fraternos vínculos me deprimía más que la celda que me contenía. Pero por suerte, no han encontrado vuelo para mí y gracias a las acciones de la Defensoría Popular, me han permitido no esperar detenida (luego de ya estar tres días y dos noches en una celda) con la condición de realizar dos firmas al día.
De todas formas, mi expulsión es algo casi seguro. El Estado, tiene todo lo necesario para imponerse en este momento. Esta es una denuncia y una convocatoria a pensar en este tipo de hechos que por cotidianos se nos olvidan que sencillamente son injustos. Es un llamado a que nuestro enmudecimiento y la aceptación indigna, en la que vivimos la gran mayoría asuman su complicidad. Quizás por una cuestión de integridad es que adhiero a las luchas, a las resistencias, a las personas que buscan como yo la libertad. Y es por eso que reivindico mi pensar y accionar junto con todas las personas con las cuales he compartido en esta ciudad. Con deportación o sin deportación, las que queremos un cambio revolucionario, insistiremos en la lucha.

Salud, Revolución Social y Anarquía por siempre !!!

Un caluroso abrazo libertario.

Ade.

viernes, 18 de diciembre de 2009

1º Comunicado público de Marcelo Villarroel y Freddy Fuentevilla17-12-09

Siendo las 11 a.m, del jueves 17 de diciembre, desde el M.A.S (modulo de alta seguridad), con cansancio físico propio de un viaje extenuante y de un show mediatico-jurídiko-polítiko-policial, kisieramos señalar ante el mundo entero:1. Reafirmamos nuestra decisión y opción de vida, de la lucha revolucionaria-libertaria, nuestro profundo orgullo de ser parte de la historia de resistencia anticapitalista dada en $hile en los últimos 23 años.Cada instante vivido, cada paso dado, cada avance y retroceso determinados por las circunstancias en las ke hemos kombatido son alimento vital para enfrentar kada uno de los instantes de tensión de esta lucha ke no para, ke no akaba y ke a kada instante se multiplika por mas lugares, kon karas nuevas y kon acentos diversos en esta komunidad humana internacionalista ke krea lazos y se reconoce desde el kompañerismo y la komplicidad.2. Frente a esta nueva pelea, a este kombate al ke nos debemos enfrentar a todo el entramado del estado policial $hileno, decidimos ke desde la unidad y la articulación, desde la coordinación y la hermandad de las diferentes microKulturas de resistencia de las ke provenimos, seguiremos afianzando este kamino construyendo todo lo necesario para salir bien parados de esta dura prueba a la ke hoy se nos somete en todos los planos.3. Aunke suene paradojal estamos bien física y animicamente no les daremos ni el placer, ni el gusto de vernos kebrados : Nunka !! y ke kede bien klaro...... estamos dispuestos y preparados para todo lo ke viene y por ello hacemos un llamado a no parar a tomar todos los recaudos y cuidados necesarios, pero a kontinuar la senda de la lucha subversiva, ke es nuestro kamino de realización kolectiva, para akabar kon esta sociedad de klases para koncretar nuestros sueños de revolución social.Un beso y un abrazo fraterno para todos y todas los incondicionales repartidos por el mundo, y bueno, con dignidad, sin miedo y kon fuerzas.....Abre los ojos es tiempo de luchar !Mientras Exista Miseria habrá Rebelión Solo la lucha nos hace libres !!Marcelo Villarroel Prisionero LibertarioFreddy Fuentevilla Prisionero Politiko MiristaPresos del mundo a la kalle !!